jueves, 19 de noviembre de 2009
Gonzalo Rodríguez Gacha
Gonzalo Rodríguez Gacha
José Gonzalo Rodríguez Gacha (Pacho, 14 de mayo de 1947 † Tolú, 15 de diciembre de 1989), alias El Mexicano, fue un narcotraficante colombiano perteneciente al Cartel de Medellín.
Oriundo de la región de Pacho, en Cundinamarca, Rodríguez Gacha nació en una familia campesina. Se inició en el negocio de las esmeraldas donde ascendió en poder en medio de la violencia que azotó las zonas esmeraldíferas de Colombia en los años 70 y años 80. Su primer contacto con el tráfico de drogas vino a través de Verónica Rivera de Vargas, amiga de Pablo Escobar.
Con el Cartel [editar]Después de trasladarse a Medellín en 1976, Rodríguez Gacha se une a Pablo Escobar, Carlos Lehder y los Hermanos Ochoa en una alianza para fortalecerse ante la ley, la cual después se conocería como el Cartel de Medellín. Como aportación al grupo, abrió nuevas rutas a través de México, Haití, Los Angeles, California y Houston, Texas. Esto junto a su fascinación por la cultura charra le hizo ganarse el apodo de "El Mexicano". En el área de Pacho poseía una serie de ranchos con nombres como Cuernavaca, Chihuahua, Sonora y Mazatlán. Diseñó una operación de narcotráfico a través de Nicaragua con el piloto Barry Seal (quien fue asesinado después de que accediera a testificar contra el cartel). Un socio importante de Rodríguez Gacha fue Juan Camilo Zapata Vázquez (último dueño del Castillo Marroquín en Bogotá) que era poco conocido por su discreción al trabajar. Durante los años 1980 Rodríguez Gacha ayudó a catalizar el explosivo crecimiento económico del cartel, financiando la adopción de tecnologías y conocimiento en seguridad. Entre Diciembre de 1987 y Mayo de 1988 contrató mercenarios británicos e israelíes para que entrenaran equipos de asesinos y sicarios entre los cuales se destacó Yair Klein, un teniente coronel retirado del ejército israelí, el cual lideró un equipo de instructores en Puerto Boyacá en 1988, lo cual convirtió a Rodríguez Gacha en el principal comandante del "Narcoparamilitarismo" en Colombia.
Asesinato de Lara Bonilla [editar]El 30 de abril de 1984 el Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla quien había emprendido una cruzada contra el cartel de Medellín fue asesinado por sicarios en una motocicleta. En respuesta, el presidente Belisario Betancur hace un anuncio a favor de un tratado de extradición. Esto fuerza a los Ochoa, Escobar, Lehder y Rodríguez Gacha a huir a Panamá. Meses más tarde, Escobar y Rodríguez Gacha son acusados de la muerte de Lara Bonilla. En un intento por controlar la situación, Escobar, Rodríguez Gacha, Lehder y los Ochoa se reúnen con el ex presidente Alfonso López Michelsen en el Hotel Marriott de Ciudad de Panamá. Las negociaciones se filtran a la prensa y el plan se desmorona.
La guerra contra las drogas [editar]Desde la reactivación del proceso de extradición en mayo de 1984 los miembros del Cartel de Medellín se autodenominaron Los Extraditables e iniciaron una guerra frontal contra los gobiernos de Colombia y Estados Unidos. Este periodo pasó a denominarse en la historia de Colombia como elNarcoterrorismo. La Agencia Antidrogas norteamericana DEA estimó en 1989 que el 80 por ciento de la cocaína consumida en Estados Unidos venía de Colombia, lo cual obligó al recién elegido Presidente George H.W. Bush a concentrar la estrategia anti-drogas de su gobierno en el tratado de extradición para castigar a quienes llevaban la droga a su país. El 21 de agosto de 1989 el Fiscal General Dick Thornburgh hizo pública una lista de 12 capos de la droga requeridos por el gobierno de los Estados Unidos. La lista incluía a Pablo Escobar, El Mexicano, Carlos Lehder y los Hermanos Ochoa (Jorge Luis, Fabio y Juan David)
Durante 1989, Rodríguez Gacha entró en un conflicto más intenso y violento por el control de las minas de esmeraldas. El 27 de febrero de ese año, Rodríguez Gacha dirigió un grupo de 25 asesinos para matar al magnate de las esmeraldas Gilberto Molina, quien en el pasado había sido uno de sus socios, junto a 18 personas mas en una fiesta en la casa de Molina. Así mismo se le acusa del asesinato del presidente del partido político Unión Patriótica Jaime Pardo Leal el 12 de octubre de 1987 en respuesta a ataques de la guerrilla a sus laboratorios en la región conocida como los Llanos Orientales. Tanto Pablo Escobar como Rodríguez Gacha y Alberto Santofimio estaban implicados en el magnicidio del candidato presidencial Luis Carlos Galán el 18 de agosto de 1989.
En respuesta a esta ola de violencia el presidente colombiano Virgilio Barco lanzó una ofensiva contra los carteles entre las cuales contaba el re-establecimiento del tratado de extradición. Inicialmente el gobierno obtuvo una serie de victorias por medio de arrestos, desmantelamiento de laboratorios, pistas clandestinas, etc. Los capos de la mafia respondieron declarando la guerra al gobierno poniendo bombas en los principales centros urbanos del país, dejando a su paso muertos y heridos entre la población, tal como la bomba de la sede del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) el 6 de diciembre de 1989 y la bomba en un avión de Avianca el 27 de noviembre del mismo año.
Muerte [editar]El gobierno se enfocó en capturar a los cabecillas del cartel y tuvo un golpe de suerte cuando el hijo de Rodríguez Gacha llamado Freddy Rodríguez Celades fue detenido por posesión ilegal de armas al norte de Bogotá. Se le retuvo durante más tiempo del obligado por la ley para presionar a su padre y en vista de que esto no daba resultado se le liberó. Freddy les condujo inconscientemente al escondite de su padre en un rancho en Tolú. El 15 de diciembre de 1989 Fredy, Gilberto Rendon Hurtado y José Gonzalo Rodríguez Gacha junto a otros lugartenientes fueron dados de baja mientras trataban de escapar.
Cientos de caza fortunas invadieron los predios de Rodríguez Gacha en busca de las canecas repletas de dinero y del codiciado maletín negro que "El Mexicano" nunca abandonó, pero que el 15 de diciembre de 1989 desapareció misteriosamente.
En marzo de 2006 dicho maletín negro y las guacas volvieron a salir a la luz pública, cuando se reveló que Estados Unidos recibió 60 millones de dólares para "borrar" cualquier indicio que permita involucrar a los herederos de El Mexicano en los múltiples juicios que se le siguen al narcotraficante.
En efecto, los investigadores, según reveló la revista "Cambio", descubrieron un "cerro de documentos incautados durante los allanamientos realizados a propiedades de El Mexicano". Uno de los documentos llamó la atención de los investigadores: era la copia de un acuerdo judicial realizado hace cerca de 10 años en Estados Unidos por un abogado que representaba a los herederos del sanguinario capo.
Los agentes descubrieron una operación secreta a resultado de la cual la justicia de Estados Unidos obtuvo el dinero en mención, depositados en 24 cuentas manejadas por testaferros de El Mexicano en bancos de Hong Kong, Suiza, Luxemburgo y Austria. A cambio de lo anterior, los herederos de Rodríguez Gacha quedaron así liberados de cargos de conspiración para introducir cocaína a ese país y ocultamiento de los frutos de sus actividades ilegales.
El senador Javier Cáceres anunció un debate en el Congreso, pues "si la inmunidad judicial se compra en Estados Unidos con dinero", ¿por qué debe Colombia seguir con lo más duro y sangriento del esfuerzo, y recibir apenas las migajas de los millonarios recursos incautados?
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